EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO
Había una vez hace muchísimos años un joven que llegó de la guerra, una guerra en la que luchaban dos países por hacerse cada uno con el territorio del otro y así expandir su poder.
Era el hijo pequeño de una familia pobre con dos hermanos mayores. El joven llamado Nicasio, de apodo Casio, se fue a la guerra porque pensó que luchando conseguiría riqueza y volvería a su casa y así sacaría a su familia de la pobreza.Total que la guerra acabó, Casio había luchado valientemente y había sido reconocido por ello, pero no había conseguido nada de dinero, y volvió a su casa con un arma y su uniforme de militar.
Al llegar a su casa sus dos hermanos le dijeron que papá y mamá habían muerto a causa de la edad avanzada que tenían. A Casio esto le sentó como un jarro de agua helada. No se podía creer que ya no fuera a ver a sus padres nunca más. A su edad ya comprendía que la muerte es tan natural como la vida, que vida y muerte van de la mano. La muerte de sus padres le llevó a comprender que hay que disfrutar todo lo que podamos de la vida y sobre todo disfrutar de nuestros seres más queridos.
A la semana los hermanos de Casio le dieron la mala noticia de que se tenía que marchar de la casa; ya que no había comida suficiente para todos debido a que los hermanos ya tenían su propia familia.
Casio cogió sus cosas y se largó. Este empezó a buscar trabajo por toda la ciudad, pero sitio al que iba sitio en el que era rechazado a causa de no tener experiencia.
Casio estaba muy triste al ver que no conseguía trabajo y se veía muy solo.
Anocheció y Casio se fue a un bosque a dormir. Estando en el bosque, miró al horizonte y vio un haz de luz que le deslumbró por completo. En un abrir y cerrar de ojos se encontró con un hada, el hada le preguntó que qué hacía tan tarde en el bosque un chico tan joven como él, a lo que Casio le respondió que no tenía adónde ir. Esta le preguntó:
-¿Necesitas ayuda?
Entonces el joven le dijo:
-Pues depende, depende de lo que me vaya a costar esa ayuda.
A lo que el hada le respondió:
-Nada. Te puedo convertir en el hombre más rico del mundo sin nada a cambio.
Y él le dijo:
-Bueno, dime las condiciones que no me fio.
Y el hada le respondió:
-Antes de saber si eres merecedor de este dinero, o de esta posibilidad que te voy a dar de ser rico necesito saber si eres un cobarde.
Entonces Casio se sintió indignado. Él había sido soldado. ¡¿Cómo podía ser cobarde un soldado?!
-¿Soldado y cobarde? ¿Dónde se ha visto eso?
Y el hada, con una sonrisa muy cínica, le dijo:
-Veamos si es verdad, ¡date la vuelta!
Cuando el muchacho se dio la vuelta se encontró un oso enorme que había salido de la nada, como dos veces él y que se estaba abalanzando sobre él. Casio, cogió su arma y le metió dos tiros al oso, y este cayó al suelo. Y el hada le dijo:
-Muy bien, creo que no eres un cobarde y veo que sabes reaccionar, entonces ahora te voy a poner las condiciones y si las aceptas cerramos nuestro trato.
El hada le dio a Casio un traje mágico en el cual él al meter las manos en los bolsillos sacaría tantas monedas de oro como quisiera.
Entonces el joven preguntó:
-Mmm, pero ¿qué tengo que hacer a cambio?
-No, no tienes que hacer nada a cambio, simplemente tienes que vivir durante 7 años en las condiciones que yo te imponga. –Le respondió el hada-
-¿y cuáles son las condiciones? –Preguntó el muchacho-
-Pues las condiciones son que durante esos siete años irás vestido con esta ropa, llevarás la capa que yo te diga que tienes que llevar, no podrás ni lavarte, ni cortarte el pelo, ni las uñas, ni cambiarte de ropa, ni tampoco rezar.
Casio se quedó pensando y dijo:
-Tengo fuerza y fe suficiente como para estar siete años así, voy a ver.
Y le dijo al hada que aceptaba sus condiciones. Con lo cual, el muchacho se puso el traje mágico y lo primero que hizo fue meter las manos en los bolsillos y comprobar sí lo que le había dicho el hada era verdad, y efectivamente al meter las manos en los bolsillos sacó dos puñados llenos de monedas de oro.
Él hada le dio la capa, y resultó ser que la capa era la piel del oso que Casio había matado. Le dijo al joven:
-esta es la capa que tienes que llevar, debes llevar una piel de oso puesta y no puedes ni lavarte, ni cortarte el pelo ni las uñas, ni rezar durante siete años.
El joven dijo, bueno pues ya está acepto el trato. Si no aguantaba los siete años el hada se lo llevaría de esclavo. Si de lo contrario conseguía finalizar los siete años el hada le daría todas las riquezas que hubiera ganado durante ese tiempo y desaparecería de su vida para siempre.
El joven empezó su andadura, una vez que el hada se hubo marchado empezó a caminar y a buscar que hacer. Claro, lo primeros días e incluso las primeras semanas lo que veía la gente era a un hombre rico, que tenía mucho dinero para gastar. Él lo primero que hizo fue buscarse una casa y guardar dinero para cuando dejara de tener ese traje, lo dejó todo preparado, y se dedicó a ir por los sitios y las primeras semanas y los primeros meses se dedicó como buen joven que era y que había pasado calamidades, a disfrutar de la vida, a tener comida, a tener camas lujosas, a beber, a comer bien en restaurantes ricos. Pero claro según iba pasando el tiempo el pelo le iba creciendo y le iba creciendo la barba, las uñas, no se podía lavar, con lo cual empezó a oler un poco mal y la gente se apartaba de él, a pesar de eso cuando le empezaron a negar la entrada en los sitios caros incluso teniendo dinero porque asustaba a los demás clientes, pues él lo que hizo fue cambiar de táctica y se dedicó a ayudar a la gente que lo necesitaba y cuando veía a alguien que necesitaba dinero, como él tenía de sobra pues le daba dinero y le pedía que fuera a algún sitio para comprar comida para los dos antes que entrar él en una tienda y asustar a todo el mundo, y luego les pedía siempre que rezaran a Dios en su nombre y por su perdón y porque se mantuviera vivo durante esos siete años y así fueron pasando las semanas, así fueron pasando los meses y así fueron pasando los años.
Y cuando ya habían pasado cuatro o cinco años, el hombre de la piel de oso era un verdadero ogro, lleno de pelo, sucio, maloliente, además como no le dejaban dormir en ningún sitio porque nadie le quería acoger en su casa, tenía que dormir en el suelo, la capa y el traje mágico estaban sucios, húmedos, vamos que era repugnante. Ya apenas nadie se acercaba a él y él seguía intentando ayudar a la gente, pero muchas veces era desde lejos, porque la gente no quería acercarse a él, era como si tuviera la peste.
Un día estaba durmiendo detrás de un pajar donde le habían dejado pasar la noche, mientras estaba a ver si se dormía escuchó un llanto, se asomó y vio que en una pared de aquel pajar estaba apoyado un hombre mayor llorando muy bajito, y le preguntó que qué le pasaba, y el hombre le dijo que por circunstancias había perdido mucho dinero, había tenido que pedir un préstamo, ahora le reclamaban el préstamo y que por el préstamos iba a tener que dar su casa, y que tenía tres hijas que todavía tenía que casar y que lo más probable es que lo mataran, que perdiera su casa y que sus hijas quedaran solas, y que estaba destrozado porque no sabía qué hacer. Entonces el hombre de la piel de oso, que así era como la gente le empezó a llamar. Dijo:
-no te preocupes, ¿Cuánto necesitas para salvar tu casa?
-Un montón. –Respondió el hombre mayor-
-¿Cuánto necesitas para volver a poner a flote tu negocio?
El hombre mayor le contestó y el hombre de la piel de oso se lo dio.
Aquel hombre que estaba tan hecho polvo se encontró que de repente una especie de monstruo le daba todo el dinero que necesitaba y a pesar de que el hombre de la piel de oso daba miedo y asco, el hombre lo abrazó le dio las gracias y le dijo:
-Por esto que has hecho por mí, te ofrezco casarte con una de mis hijas.
El hombre de la piel de oso no tenía intención de casarse, pero pensó, bueno… si este hombre me invita a su casa, voy a poder comer caliente, dormir en una cama y si además alguna de las hijas me gusta y quiere casarse conmigo pues puedo encontrar una esposa y puedo formar una familia.
Así que se fue con el hombre, llegó a la casa, y en la casa estaban las tres hijas del hombre, las hijas mayores eran guapísimas pero lo que tenían de guapas lo tenían de tontas, y en cuanto vieron al hombre de la piel de oso, se comportaron como buenas hijas, acudieron a recibir al huésped, le prepararon una habitación, etc. Pero luego se juntaron con su padre y le dijeron que cómo se le ocurría traer a casa a semejante ogro, que de donde había salido, que a saber las enfermedades que podía transmitir, y el padre dijo que sí que era un ogro pero que les había salvado de la pobreza y posiblemente de la muerte, y las pidió que se portaran bien con él. Pero aun así las hermanas mayores lo único que hacían era mofarse, reírse, hacer bromas y mirarse una a otra y hacerse gestos, etc.
Pero la hija más pequeña, que era la más guapa de todas, lo miraba a los ojos y veía que detrás de todo ese pelo y detrás de toda esa suciedad había unos ojos inteligentes y bondadosos. Los días que estuvo el joven en la casa del anciano, pues la hija aprovechó para hablar con él, se conocieron y a la chica le pareció que era un joven muy majo, y él siempre le decía que en unos años las cosas cambiarían, lo que pasa que él no contaba por qué se encontraba en esa situación, él decía que era una promesa, y la chica le preguntaba que si no podía romperla, a lo que él contestaba que no podía porque estaba él en juego.
Cuando ya quedaba por cumplirse sólo un año de la promesa. Piel de oso decidió marcharse. La hija más joven, dijo que ella aceptaba casarse con el hombre de la piel de oso. El hombre de la piel de oso se puso muy contento porque también se había enamorado de la chica, entonces este se quitó un anillo de oro que llevaba que era un recuerdo familiar que tenía de antes de irse a la guerra y se lo entregó a la chica, ella le dio una cadena que llevaba colgada del cuello, la cual pertenecía a su madre.
El hombre de la piel de oso le dijo:
-Espérame durante un año más. Si dentro de un año no regreso, siéntete libre puesto que nuestro compromiso quedará roto porque yo habré muerto, no habrá nada que me aparte de volver a verte si todo sale bien. Sin embargo si yo vuelvo dentro de un año y tú todavía tienes este anillo, yo tu cadena y me recuerdas, nos casaremos.
La chica se despidió de él con mucha pena, mientras que las hermanas se despidieron de él con mucha alegría. El caso es que el muchacho siguió su camino, pasando por los sitios, siguió ayudando a todo el que lo necesitara, siguió pidiéndole a todo el mundo que rezara a Dios por él y por su perdón.
Por fin finalizaron los siete años, y el hombre de la piel de oso volvió al bosque en donde se había encontrado aquella vez con el hada. Se sentó a esperarla. El hada llegó y según venía a lo lejos el joven se dio cuenta de que no estaba muy contenta que digamos.
El hada lo primero que le dijo nada más llegar fue:
-Ah! ¿Estás vivo? Devuélveme mi traje…
A lo que el joven contestó:
-Vale, devuélveme tú mi aspecto.
En ese momento el hada con un juego de manos, consiguió que el joven volviera a tener, su aspecto de antes, le desapareció el pelo largo, se le quitó la barba, volvió a tener el mismo aspecto pero un poco más envejecido porque habían pasado nada más y nada menos que siete años. Y habiendo pasado estos siete años viviendo la vida, pues claro, estaba más fuerte y más apuesto incluso que antes, mejor formado. Y el joven le dijo al hada que él había cumplido su parte y que ya no tenían nada que decirse, y el hada le contestó que ciertamente ya no se tendrían que volver a ver nunca más.
¿Qué es lo que hizo el joven nada más recuperar su aspecto? Pues se fue a su casa para comprobar que todo estaba bien, que el dinero que había ido acumulando y había ido guardando en cofres estaba todo en su sitio, compró un caballo y una carroza, compró ropas nuevas, y se fue a buscar a su amada.
Llamó a la puerta y pidió posada para quedarse a dormir, y le ofrecieron estancia, además él dio dinero para pagar esa estancia y cuando llegó la hora de la cena, que ya se juntaron todos en la mesa, se dio cuenta de que las dos hermanas mayores se habían puesto guapísimas, en el tiempo en el que él había llegado. Habían aprovechado para ir a sus habitaciones y ponerse estupendas y echar a suertes quien se iba a casar con él. Pero sin embargo la hermana pequeña, estaba triste, tenía los ojos bajos, y a pesar de que un chico había aparecido, ni siquiera le había mirado a la cara. Entonces, estaban sentados en la mesa y tenía a la joven, a la más pequeña enfrente, y en un momento que ella se levantó para coger algo él deslizó el colgante que esta le había dado antes de su partida dentro del vaso de ella. De forma que estaban cenando y en determinado momento ella fue a beber, notó que había algo, sacó el colgante del vaso, y en ese momento se dio cuenta que el chico que estaba sentado enfrente de ella era su prometido, entonces lo miró a los ojos y descubrió que eran los mismo ojos que ella veía detrás de toda la roña y de tanta pinta asquerosa. Y se puso tan contenta que se levantó, él también se levantó, se abrazaron y las dos hermanas que habían estado peleándose para ver cuál de las dos se casaba con ese chico tan guapo y tan rico se pusieron tan envidiosas, tan envidiosas, tan envidiosas que salieron corriendo hasta llegar a un bosque que estaba a oscuras y se les apareció el hada. Esta les dijo que si se convertían en sus criadas ella les concedería un deseo a cada una. Las dos hermanas se lo creyeron y se convirtieron en sumisas del hada.
El hombre de la piel de oso, que ya no llevaba la piel de oso, y su prometida se casaron y el día de la boda apareció el hada en la puerta del anciano, llamó a la puerta se puso delante del hombre de la piel de oso y le dijo:
-Cualquier pacto conmigo siempre es una ventaja para mí, es cierto que he perdido tus servicios, pero gracias a ti he ganado otros dos.
Y colorín colorado este cuento se da por terminado.
ARGUMENTACIÓN
La adaptación que he realizado va dedicada para los alumnos de entre siete y nueve años. Los niños de estas edades ya están en las operaciones concretas (Piaget). En esta etapa los niños experimentan una serie de cambios en el pensamiento, el niño trata de entender la realidad con sus propios recursos intelectuales y comienzan a utilizar con mayor amplitud la lógica. En estas edades el niño comprende la ficción y la fantasía. Toman interés por las narraciones acerca de la naturaleza, la sociedad, la fantasía, etc.
Los niños de entre siete y nueve años pueden leer sin ningún tipo de problema esta adaptación; ya que consta de vocabulario simple en el que no encontraran ningún problema a la hora de comprender las palabras.
Según Vladimir Propp toda adaptación debe mantener la estructura básica de todos los cuentos maravillosos. La estructura a seguir debe de ser la siguiente:
•Planteamiento: se presenta al personaje principal y el entorno.
•Nudo: el personaje principal tiene que superar una serie de obstáculos.
•Desenlace: el personaje principal logra su objetivo y supera las pruebas. El final es feliz.
En cuanto a mi adaptación, la estructura sigue siendo lineal, aunque hay algunos elementos que he cambiado. También sigue el esquema de Propp
Los cambios que he realizado han sido los siguientes: he cambiado al diablo por un hada; ya que es un ser fantástico y sobrenatural. Este tipo de personaje influye notoriamente en los cuentos maravillosos, como vimos en los apuntes del bloque 2. Añadí un objeto más, la cadena que le da la joven al hombre con la piel de oso, ya que lo departir un anillo de oro por la mitad él mismo me parece algo imposible. Suavice el tema de los hermanos, porque me parecía un poco bestia que nada más llegar el muchacho le echasen de casa. Le puse nombre al protagonista principal, debido a que así no estaba todo el rato escribiendo ¨muchacho¨ o ¨joven¨, también de esta manera los niños tenían al protagonista más definido. El tema de la muerte lo abordé de otra manera distinta, pero no lo omití porque pienso que es un tema que no se debería dejar de lado a ninguna edad más que nada porque todos nacemos con la muerte en los talones, es verdad que hay que tener tacto a la hora de hablar con niños de determinada edad acerca de este tema, pero no omitirlo nunca. Hay que tratar la muerte como algo natural desde pequeño y no como un tabú o una terrible desgracia, ayuda a concebir la muerte como el final de un proceso natural que sin ella todo lo demás no tendría sentido. En la parte de las hermanas metí el engaño; ya que el texto original no me parecía lo más apropiado.
BIBLIOGRAFÍA/ WEBGRAFÍA:
http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130330/abci-muerte-ninos-201303271609.html
http://concretasyformales.blogspot.mx/
Cuadro según edad y desarrollo.
Cuadro según intereses.